Intangibilidad Material
Otro aporte de Crismary Castillo, fiel lectora y Colaboradora Oficial de este Sancocho :)
Por la ventana se esfumaron los malos ratos y por el huequito de la esquina, cuando nos visitó la lluvia, se coló una luciérnaga indiscreta que resplandece en mis días de angustia.
Indescriptible el espejo, me ha visto en las buenas dónde así esté mala, me hace brillar a toda luz. En él me he visto, he mirado mi mirada sin mirarme y aunque le produzco cacofonía, me dice que mire sólo un poco más, que allá en el fondo de mis pupilas encontraré imágenes perfectas de los fantasmas que deambulan en mí.
La mesa no es una baratija cualquiera,es un cofre de lo más lujoso que
guarda íntimamente mis argumentos existenciales, o para hacerlo más cristiano, mis escritos, cartas, postales y tarjetas.
Sobrevivo en este cuarto por mis libros. Ellos anidan en una parte del clóset que todavía no le encuentro otro nombre que no sea “perfecto encuadre” sé bien que la perfección no existe “sólo existe la manera perfecta de ver las cosas” según cuenta una gran amiga mía. Pero ese lugar para mí es perfecto, tengo, digo tengo en todo el sentido de la palabra, el mundo a mis pies. El mundo de Víctor Hugo y de García Márquez. El de Saramago y el de Gallegos. Con eso me basta y soy feliz.
La puerta, no la odio, pero si es molesta porque no avisa cuando viene un enemigo de mi sueño, pero también es cierto que ni ella ni yo somos culpables de la mala educación de los seres que comparten esta codependencia material llamada casa.
Si por todo esto le podría llamar “Mi cuarto” pues accedo a eso de adueñarse de lo material, dejando claro que no es lo tangible e insustancial lo que me sirve de él. Me quedo con mis irrealidades llenas de sustancia. Me quedo con mi encuadre perfecto que para el mundo es y sigue siendo un rincón de libros. Para mi “Es” y punto.
Crismary Castillo
Aún sin comentarios.. Sé tú el Primero!!
Publicar un comentario