24 jul 2007

"Las Intermitencias de la Muerte" de José Saramago

Como lo escribí en mi primer post de Bienvenido al Sancocho, en este sancocho hay de todo, de cualquier tema podemos encontrar cada día (excepto Paris Hilton :() así que en esta oportunidad le tocó a la literatura, y me refiero a "Las Intermitencias de la Muerte" de José Saramago y debemos este artículo a la colaboración de una excelente amiga :)

José Saramago es un magnífico escritor Portugués, reconocido y consagrado a nivel mundial por la calidad literaria de sus obras y el compromiso humano que acompaña su arte, ha recibido cantidad de premios y distinciones, en 1988 obtiene el máximo galardón, el Premio Nobel de Literatura (primer escritor de lengua portuguesa en obtenerlo). Sus controvertidas reflexiones sobre temas mundiales como la religión, la política y la pobreza entre otros, le procuran muchos elógios y también generan mucha polémica.

Crismary Castillo es una simpática maracucha, además brillante estudiante de Comunicación Social, gran amiga y ahora colaboradora oficial del Sancocho :). Ella realizo una reseña de esta novela que esta ambientada en una nación donde no llega la muerte, simplemente las personas no muere se imaginan!!?? Acá les dejo el resumen que no tiene desperdicio.

"Una muerte que vive y deja vivir"

Nadie murió aquel primero de enero en ese lugar innombrable. La muerte, con su milenaria e impecable labor decidió ausentarse de la vida. La paradoja se alza y es la columna vertebral de la obra que narra esta historia: Las intermitencias de la muerte, escrita por el premio Nobel de literatura José Saramago.

El sueño más fantaseado por todos los humanos, una vida eterna, se cumple en un país del que aún se desconoce el nombre, sin embargo, este único ejemplo en la historia de la humanidad pasa a ser la fiel evidencia de que no todo aquello que brilla puede ser oro.

La muerte deja de matar, eso sí, pero… ¿El tiempo se detiene? En un principio fue gloria nacional-celebraron varios días- sin embargo, en pocos días se convirtió en la peor pesadilla para todas las personas que de alguna manera pensaron que vivirían sin envejecer por siempre, sin contar con el pequeño detalle que venía en esta entrega especial de la muerte.

Es verdad, ya no moría nadie, pero el tiempo transcurría de la misma forma, lo que para algunos fue regocijo para otros fue una desconsuelo. “No todo es fiesta, porque al lado de unos cuantos que ríen, siempre habrá otros que lloren”.

Diversos sectores asistenciales-tanto para la vida como para la muerte- manifestaron su descontento ante esta inusual circunstancia. Por un lado, los hospitales porque ya los enfermos terminales o heridos de muerte formaban un gran peso con relación al cuidado que los médicos y enfermeras podían ofrecer. Por otro lado, los hogares del feliz ocaso dieron un significativo ejemplo de todo lo que le deparaba el futuro a este país.

“El problema es peliagudo, y sentimos que es nuestro deber llamar la atención de quien por derecho corresponda, porque, con el paso del tiempo, no sólo habrá más personas de edad en los hogares del feliz ocaso, sino también será necesaria cada vez más gente para ocuparse de ellos.”

Todo se convirtió en un caos, nadie moría y con ello las empresas funerarias se habían quedado sin su materia prima. Sin embargo, hubo un sector en particular que vio cómo llegaba literalmente el “fin de sus días”.

La iglesia vivía una de sus peores crisis. Los filósofos llegaron a una conclusión “si se acabara la muerte no podría haber resurrección, y que sin resurrección no tenía sentido que hubiera iglesia (…) las religiones, todas, por más vueltas que le demos, no tienen otra justificación de existir que no sea la muerte. La necesitan como pan para la boca”.

Pero como para todo en esta muerte hay solución, una familia perteneciente a una aldea, buscó una salida a esta“huelga de la muerte” y decidió- por iniciativa del abuelo- llevar a sus dos enfermos, al ya mencionado abuelo y a un recién nacido, a la frontera, para saber si allí se rompería el hilo lúgubre que los unía a la vida. Y así fue. Se rompió.

Pronto comenzaron a repetirse eventos de este tipo por todos los lugares del país, a tal punto que nació una nueva empresa, la maphia, que por una valiosa suma de dinero, le ahorraba a las personas la penosa labor de llevar a la muerte a sus propios familiares que por alguna razón ya no merecían vivir una muerte eterna.

Ella, que en un principio sólo apareció para ausentarse, retornó con una nueva modalidad-los humanos aún no comprendían que era necesario morir-utilizó el correo como nuevo método, ahora la muerte se disfrazaba de sobre y vestía de violeta. Sólo ocho días serían suficientes para poner las cosas en orden y morir en paz. Esto era lo que pensaba la muerte. Contra toda creencia de la muerte, las personas optaron por vivir sus últimos días de la forma más simplista e insustancial-drogas y alcohol- olvidando cosas como pedir perdón, arreglar testamentos o disfrutar con los seres amados sus últimos días en la tierra.

Hubo algo en particular que hizo cambiar a la muerte, uno de sus sobres mortíferos regresó a sus manos, y este hecho abrió paso al desenlace de esta historia. La muerte se hizo mujer. Atrás quedaron las quiméricas teorías sobre cómo era la muerte.

Era bella, delicada y tenía como cualidad un olfato que la hacía ubicar lo que su mirada no podía encontrar; el sobre que regresó pertenecía a un violonchelista. Toda persona por más título que posea -hasta la mismísima muerte- tiene su talón de Aquíles. Sólo con ver al violonchelista, estar en su casa, percibió un mundo nuevo o bien podría decirse “una nueva vida”.

Las intermitencias de la muerte es un escrito que lleva a sus lectores a una profunda reflexión sobre la vida y lo que sería de ella si no existiese la muerte. Es una exposición de argumentos inherentes al pensamiento del ser humano en la que José Saramago convirtió elementos intangibles en universos palpables.


Muchas Gracias Cris ;) yo no se ustedes pero yo lo voy a comprar para leerlo completo :)

Ya Hay 3 Comentarios Participa!

Anónimo

La muerte que vive y deja vivir.... tienes razon el a comenzado a Vivir. siempre recordado Saramago.
Liliana.

Milagros


la vida se debe de disfrutar por todas las cosas q te da pero la muerte tiene q llegar de cualquier modo porque vivir ya solo por q tienes q hacerlo es una pesadilla y es lo peor creo
pero si algo te dice cuando vas a morir lo q deberiamos hacer es mas bien disfrutar de todo lo q no hiciste: decirle a la persona q mas amas: "te amo" o pasar a ver a la persona q mas dacho te a hecho y decirle te perdono para q cuando nos toque morir tengamos paz en el corazon.

Anónimo

la reprecentacion de la muerte, es decir como la gente pensaba qe era la muerte ?