Las Necesidades

Hace unos días publiqué un post acerca de las penurias que se pasan en esos momentos en que la naturaleza nos llama y necesitamos urgentemente ir al baño, las situaciones pueden variar, pero siempre tenemos un objetivo, ir al baño, en la actualidad si estamos lejos de nuestra casa tenemos la opción de ir a un baño público, podemos entrar a algunos establecimientos y usar su baño, claro siempre que no diga el antipático "No se presta el baño" o "Baño solo para clientes", si esto pasa siempre podemos acudir a Mc Donald's, Arturo's, Wendy's, etc y aliviar nuestro padecer.

Eso es ahora que existen los baños tal como los conocemos, pero ubiquémonos en el siglo XVIII, cuando aún no existían los cuarto de baño, de hecho no existía tampoco el papel higiénico, en esta época cuando esto sucedía, es que la inventiva humana se ponía en práctica.

Así que hace 300 años si usted sentía la necesidad de ir al baño, tenía que buscar a un hombre que andaba por allí con un recipiente y una gran capa, este personaje cumplía con un trabajo muy particular.

Este servidor público de cubo y capa, a cambio de un justo pago, le ayudará a satisfacer su necesidad fisiológica.

No es precisamente el impecable baño, aquel de cerámicas blancas que estamos acostumbrados a usar, pero corren los años 1700 y las ganas apremian, así que sólo hace falta un poco de privacidad.

Entonces es donde cumple su papel la capa, en un lugar apartado y con una buena maniobra del señor "Cagadero", usted ya tiene un poco de privacidad y puede despojarse de ese molesto e incomprendido equipaje.

Lo que hace la creatividad, siempre que exista una necesidad, habrá alguien que vea como cubrirla y hará un negocio en ella, así que si no tenemos trabajo, aprendamos a ver las oportunidades como lo hizo el Cagadero y si lo tenemos, ya no sigamos quejándonos porque ser Cagadero puede ser peor.