Amor Prohibido

Desde que la conoció, él sintió como que aquella fue la primera mujer que vio en su vida, su sola presencia le hace temblar cada parte de su cuerpo, el brillo de su belleza le aturde, le descontrola al punto de que ni un momento de cada día puede dejar de pensar en ella, de admirarla, de desearla e imaginarla, por las noches él se convierte en un hábil onironauta para poder satisfacer cada una de sus recurrentes fantasías, donde obviamente la protagonista es ella, siempre ella, esta obsesión lo acompaña cada día de su "vida" desde que el recuerda, pero como es típico en libros, novelas rosa y clásicas películas de romance, este es un amor imposible y aunque es cierto que existen amores imposibles posibles este no es así, un abrumador desconsuelo le atormenta, le reprime, será tan malo evocarla a cada momento? -se pregunta- es que acaso soy culpable por todo esto que siento y por no poder hacer nada.

Mientras tanto el tiempo pasa lentamente y entre tres paredes y muchas rejas él sigue enamorado, ensimismado, debatiéndose entre su concepto de lo bueno y de lo malo, logrando solo escapar cada noche en sus maravillosos sueños lúcidos para poder reencontrarse con ella y regodearse en más puro placer, hasta ser golpeado por la luz del sol y la triste realidad de su padecer, realidad donde debe salir y afrontar su responsabilidad, porque Alexander Edipo González sigue jurando y defendiendo ante cualquiera su inocencia, porque el asegura que no asesinó a ese señor que tanto dominio quería ejercer sobre él.